El aceite de almendras dulces es uno de los más neutros que existen y no se le conocen contraindicaciones. Contiene agua, proteínas, grasas (sobre todo insaturadas), alto contenido de fibras, vitaminas B, C, A, D y E, hierro, potasio, sodio, magnesio, azufre, cobre, zinc y calcio. Estas características hicieron del aceite de almendras dulces una medicina natural. Ya en el siglo XV se utilizaba en forma externa para enfermedades de la piel y reuma. Por ser rico en vitaminas y ácidos grasos, tiene un efecto regenerador e hidratante. Debido a la riqueza de proteínas de origen vegetal, cumple con una importante acción nutritiva, motivo por el cual se utiliza en lociones y cremas para ayudar a mantener la flexibilidad de la piel, humectándola, nutriéndola profundamente y previniendo así el envejecimiento prematuro.
Prunus Dulcis
Se usa como base de aceite de masaje para piel normal y está indicado en pieles secas e irritadas.
Hidratante, exfoliante, antiestrias El aceite de almendras, derivado de las almendras dulces, es un aceite vegetal con diversas propiedades beneficiosas para la piel y el cabello. Es rico en ácidos grasos, vitaminas y minerales, lo que lo convierte en un excelente hidratante y nutriente.